VICENTE
no nacen siempre el día que sus madres los paren,
sino que la vida los obliga otra vez y muchas veces
a parirse así mismos..."
Gabriel García Márquez
Un día aún lejano, tendrás conciencia plena de mi existencia y finalmente dejaré de ser aquel relato melancólico que tu madre te contaba al llegar el ocaso.Dejaré de ser una tarjeta de navidad atrasada o una figura borrosa en la webcam. Tendré volumen, textura y aroma. Tendré mirada, risa y manías.
Me preguntarás entonces en dónde obtuve estos tatuajes de bucanero. Y deberé narrarte con lujo de detalles como es que no se hacen, sino que se nace con ellos incrustados bajo la epidermis, pugnando violentamente por salir y que simplemente son revelados con el pasar del tiempo, lentamente esculpidos por lluvia y kilómetros, por soledad y reencuentros, por conquistas y derrotas. Que aparecen de súbito cuando el llamado de los caminos se hace imposible de resistir, cuando a pesar de ver claramente arrecifes y acantilados debemos entregarnos al canto de mil sirenas, al éxodo: único remedio conocido capaz de calmar la inquietud del alma, tan propia de aquellos que nacen bajo el sino de Hermes.
Podrás entonces sentirte a gusto en mi presencia y si la vida nos alcanza querido Vicente... si la vida nos da una chance... un día tú contarás la historia del viejo con nombre de poeta que raptó a su troyana, para crear una estirpe al otro lado de la angostura y la religión. Aquél que cazaba leones entre los cerros de Chena.
3 comentarios
manuel -
chao amiga
manuel -
chao pescao
te odio
Naty -
Te amo mucho hermano mio.