NO CIUDAD
Desperté en una cuidad que no era ésta.
Y tú, que no eras tú, le dijiste al yo no era yo
Que esa tú lo perdonaba por ser tan pendejo y cabrón.
Y el yo que no era yo salió por las calles que no eran éstas,
Sino otras, a gritarle al mundo que aún había esperanza.
Pero ese mundo, se comportó como el mismo y no quiso escuchar.
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