EL MONITOR Y TÚ
Estaré presente en aquel rayo de luz que se irradia indiferente e inocente por tus ojos. Y que acaba instalándose furtivo en lo más profundo de tu corteza visual.
Seré el neurotransmisor perdido entre las estaciones que se activa en un recuerdo y te grita, como naufrago al horizonte: que aquí estoy, que no me he ido, que no me quiero ir.
Quizá consiga de ese modo alcanzar y permanecer en ese pequeño rincón de tu conciencia, en donde habitan tus sueños, conviviendo con ellos, conociéndolos, acariciándolos, acostumbrándolos a mi presencia. Y así poder aspirar algún día... a fundirme en ellos.
0 comentarios